
Santo Domingo.– La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) hizo un llamado a la Dirección General de Migración para que no convierta las salas médicas de los hospitales en puntos de control migratorio, al considerar que esta práctica puede generar situaciones “dolorosas que contradigan el evangelio de la caridad”.
A través de un comunicado enviado a los medios de comunicación, los obispos reconocieron el derecho de cada nación a aplicar sus leyes migratorias, pero exhortaron a que dicha aplicación se realice con justicia, equidad y respeto a la dignidad humana.
“Y aunque reconocemos el derecho que le asiste a toda nación de aplicar sus leyes migratorias, exhortamos a nuestras autoridades a que su ejecución sea siempre conforme a los principios de justicia, equidad y respeto a la dignidad humana”, expresa el texto.
Asimismo, los representantes de la Iglesia Católica instaron a las autoridades a perseguir y sancionar a quienes trafican con inmigrantes irregulares, sin importar su nacionalidad.
La postura de la CED se produce en un contexto de creciente atención sobre la situación migratoria en el país y el trato que reciben los extranjeros, especialmente en los centros de salud pública.