HATO MAYOR.– En un acto cargado de dolor y frustración, los familiares de Eufemio Fulgencio Vilorio, el joven que perdió la vida tras colisionar con una vaca en la carretera Yerba Buena–Hato Mayor, realizaron un encendido de velas como forma de protesta, exigiendo justicia, seguridad vial y acción inmediata de las autoridades.
El trágico accidente ocurrió en horas de la madrugada, en el tramo despues del batey El Guayabal, cuando Fulgencio Vilorio —conocido cariñosamente como “Rafelo”— se desplazaba en su motocicleta y fue impactado por un animal suelto en plena vía.
“Sabemos quién es el dueño de la vaca, pero no ha dado la cara”
Los dolientes denunciaron que el dueño del animal no ha sido arrestado, a pesar de que es de conocimiento público quién es el responsable.
“¡No ha dado la cara! Todo el mundo sabe de quién es esa vaca, y aun así las autoridades no han hecho nada. ¡Queremos justicia para Rafelo!”, expresó un hermano de la víctima durante el encendido.
Exigen lámparas, señalización y control de animales
Además de la exigencia judicial, los residentes claman por intervención urgente en la carretera Yerba Buena–Hato Mayor, la cual —afirman— se ha convertido en un corredor de muerte.
“Aquí no hay señales de tránsito, no hay lámparas, no hay patrullaje. Los accidentes son a cada rato y nadie hace nada. ¡Nos están dejando morir!”, gritó entre lágrimas una tía del joven fallecido.
Los comunitarios también denunciaron un aumento alarmante de robos y atracos en la zona, lo que agrava aún más el clima de inseguridad en este distrito municipal.
Una comunidad cansada del abandono
El encendido de velas no solo fue un homenaje a Eufemio, sino un llamado desesperado de una comunidad cansada de ser ignorada. Con pancartas en mano y rostros encendidos por la rabia y el dolor, los participantes exigieron al Ayuntamiento, la Policía Nacional, Obras Públicas y al Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) que actúen antes de que más vidas se pierdan.
“Hoy fue Rafelo, mañana puede ser otro joven, un niño, una madre. ¡Actúen ya!”, exigieron al unísono.
